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Paseo en un pueblo fantasma
Di Admin (del 09/06/2009 @ 16:43:36, in yo toco italiano, linkato 1698 volte)
Pero en medio de tanta desolación hay mucha esperanza, alimentada por una sana ironía...
 
Estoy en Ocre, provincia de L'Aquila, desde hace casi una semana y el campo para prófugos del terremoto en el que estoy hospedado (Cavalletto) crece y se mejora constantemente. Llegué aquí para hacer un "video show". Paradójicamente, este campo está gestionado por la Protección Civil de Treviso y sus alrededores. El dialecto me pasa entre los oídos como una linda música y enseguida me siento en casa. Así, durante estos días, entre un montaje y el otro trato de ayudar a estos señores que además de la fuerza le ponen su corazón. Aquí estoy bien, se come bien. La comida es muy rica y abundante, los baños están limpios, hay agua caliente, están limpiando las tierras para instalar las carpas con climatización y cada día nace una nueva estructura. Alguien (muy pocos) se queja y pide más...pero no hay mucha razón en esta situación. Durante la noche estamos todos juntos, hay gente que llega y que va, se cantan clásicos de mi zona, llega la guitarra, llega la grapa y se arma la fiesta. El trabajo de cohesión musical llega muy pronto y la gente hospedada en el campo se une a los cantos de los Alpes.
Luego pasa de todo y Vinicio, el viejo líder del territorio que hizo la guerra en Vietnam, dice una frase muy divertida. En el chiste dramático hay una respuesta irónica a esta mala suerte, y las caras de la gente se cargan de energía.
       
 
Llegué a Ocre como "invitado especial" de Giorgio de Nardi, uno de los que más apoyan al Camino de la Música. Él había llegado aquí ya como promotor del proyecto "ISF Informáticos Sin Fronteras" y pensó que haría bien un poco de distracción a los habitantes del campo prófugos. En estos días un grupo de chicos de la Puglia (Valentina, Chiara, Fabrizio y Roberto) de la misma asociación ISF instalaron unos PC con Internet en un container justo al casa rodante del Camino. Ahora está lleno de chicos y cada tanto llega alguien de la protección civil para enviar un mensaje a un pariente.